La representación de la riqueza: los nuevos ricos no usan Rolex
En una escena de Tiempos modernos (1936), Charles Chaplin retrata al dueño de la fábrica como una figura abstracta: no lo vemos caminar entre los obreros ni mancharse las manos. Está sentado en una oficina de lujo, vigilando a través de pantallas, presionando botones para acelerar la línea de montaje. Es la encarnación de una riqueza automatizada, impersonal, casi divina. Apenas habla. Apenas ex...